viernes, 19 de octubre de 2012

Capitulo 33


Novela: “Esta es mi historia, no un cuento de hadas

Capitulo treinta y tres

Yago: Va, no se –pausa-
Maca: Decime –asimilando lo que tendría que escuchar, trago saliva-
Yago: Eeh! Viste que yo estaba viendo si me quedaba o no en Buenos Aires? –Me pregunto y yo asentí asustada- bueno –interrumpí-
Maca: Ya sé lo que vas a decir –pausa- que te vas a ir –me caían las lagrimas- me vas a dejar de nuevo –me levante de aquella mesa, pero fui interrumpida-
Yago: Espera Ma –agarrándola del brazo delicadamente-
Maca: No me quiero quedar para escucharlo de nuevo –pausa- no quiero que esta historia se repita una y otra vez –sentándome de nuevo, enojada y llorando-
Yago: Maca escúchame por favor! –me dijo serio y yo asentí nuevamente-
Maca: Te escucho –snif-
Yago: Viste que hoy mi mama me llamo? Bueno –pausa- lo que pasa es que un amigo de allá, está muy mal y tengo que ir a verlo. Tengo miedo de que este en sus últimos días y no se –pausa- me voy a sentir lleno de culpa si no lo hago –las lagrimas caían de sus ojos-
Maca: Perdón Yago –pausa- digo por mi reacción, soy una estúpida e egoísta –aun caían mis lágrimas-
Yago: No, no sos nada de eso amor –se acerco hacia mí, mientras secaba cada una de mis lagrimas con sus manos-
Maca: Te voy a extrañar –lo abrase-
Yago: No me voy por mucho tiempo –pausa- te lo prometo –me beso-
Maca: Te amo mucho –con voz gangosa-

Volví a besarlo. Yo estaba sentada y Yago agachado, estaba besándome. De pronto ese beso paso a mayores.
Nuestra respiración, empezó a acelerarse. Luego sentí como sus manos rodeaban mi cintura tiernamente. Sin cortar el beso nos paramos. Me subí a él a koala. Aun besándonos, fuimos caminando lentamente hacia su habitación, donde con delicadeza me dejo en la cama. Yago cortó ese beso tan fogoso .

Yago: mmm… -corto el beso- Me encanto –pico-
Maca: -sorprendida- no queres hacerlo? –un poco decepcionada-
Yago: Claro que sí! Pero… -interrumpido-
Maca: Estoy lista Yago –pausa- lo quiero hacer

Lo bese antes de que el respondiera, y seguimos así un buen rato, nuestras camperas –estábamos en invierno- ya estaban tiradas en el frio piso de la habitación. Yo tome coraje y le quite su remera manga larga y el imito lo que hice. De a poco nuestros pantalones iban desapareciendo hasta que ambos quedamos en ropa interior. Estaba por quitar su bóxer cuando él me interrumpió.

Yago: Amor –cortando el beso en pequeños picos- estás segura? –agitado-

Yo lo bese nuevamente, como para responderle con un sí, y que el este seguro de que yo si quiero hacerlo.

Maca: Eso responde tu pregunta? –agitada al igual que él, sonreí-
Yago: Te amo –besándome-

Seguimos besándonos, y termine esa acción que fue interrumpida. El hizo lo mismo con mi ropa interior. Sin ya más que hacer, quedamos como Dios nos trajo al mundo y se introdujo en mí. Nos hicimos uno nuevamente.

Hace ya dos años que no lo sentía, lo volví a sentir. Lo amaba demasiado, no quería perderlo nunca más. Quería que se quede conmigo para siempre, simplemente solo eso pedía…

-----

5 comentarios: