miércoles, 2 de enero de 2013

Capítulo 79


Novela: “Esta es mi historia, no un cuento de hadas

Capitulo setenta y nueve

Maca: Yitt (así le decía a veces)… -le dije acostada en su pecho-
Yago: Que pasa amor? –Me pregunto tierno, acariciando mi espalda-
Maca: Me haces un favor? –mirándolo tierna-
Yago: Decime…
Maca: afeitate –reí- me pica mucho besarte
Yago: Pero no esta tan… -tocándose- un poco no mas –rio y me beso-
Maca: Pero para mis labios si! –me queje-
Yago: delicados salieron eh!
Maca: Te amo –sonreí-
Yago: Yo más mi amor –nos besamos por un rato-
Maca: Te parece si nos cambiamos y nos vamos a almorzar a algún lugar? –Levantándome de la cama-
Yago: No tengo ganas…
Maca: Dale no seas así! –tironeando de su brazo, así se pare-
Yago: Pero te parece que nos duchemos primero? –pícaro-
Maca: Por separado –sacando una toalla de su bolso-
Yago: Ufa!
Maca: Yo primera –le pedí-

Y así lo hice, porque hasta que Yago se levante de la cama ya nos tendríamos que ir de regreso a Buenos Aires. Me bañe, me cepille los dientes, y salí de aquel baño, al que después de mi, ingreso Yago. Me puse cremas, me cambie, y comencé a sacar las cosas del bolso, a si las acomode en el armario, para que sea mas cómodo sacarlos, de a paso le preparaba la ropa a Yago a si se ponga, porque de seguro, el era capaz de ir a comer en ojotas y en cuero porque estaba en “la playa”.

Yago por fin termino de bañarse, y si, con la vagancia que tenia. Se cambio y salimos del hotel para dirigirnos a cualquier restaurante que veamos.
A cinco cuadras del hotel, encontramos uno e ingresamos.

Yago: Vamos a ordenar milanesas de pollo a la napolitana.–le dijo al mozo que por suerte hablaba español-
Mozo: Bebida?
Maca: Un agua mineral chica y una sprite –le dije-
Mozo: En unos veinte minutos van a estar –pausa- con permiso –se retiro dejándonos solos-
Maca: Amor, y si después vamos al teatro? –le pregunte-
Yago: A ver qué?
Maca: No se… dicen que va a estar xxxx (Abbi: Cualquiera, no sé quien)
Yago: Pero es re difícil conseguir entradas
Maca: No se, lo más probable es que hayan revendedores no sé, pero dale que vamos? –Con un puchero-
Yago: Sabes que ese puchero me puede –me dijo-
Maca: Eso es un sí? –sonriendo-
Yago: Igual, si te decía que no ibas a ir igual, no?
Maca: Estas en lo cierto –dije riéndome- te amo –le di un pico-

Las bebidas llegaron, y unos minutos más tarde también la comida. Odio que los restaurantes demoren mucho con esto. Me moría de hambre. Entre charla y charla, terminamos de comer. Luego, pedimos un postre y Yago pago todo. De ahí, nos fuimos al teatro que quedaba a unas cuantas cuadras, más o menos unas tres o cuatro cuadras, no mucho. Afuera del teatro estaba lleno, al parecer faltaba poco para la función.

Yago: Esperame acá –me dijo y se metió en la multitud. A los diez minutos aparece- Listo, toma –me dio las entradas-
Maca: Como las conseguiste? –mirando que era de la fila dos. Sorprendida-
Yago: Digamos que existen los revendedores -rio-
Maca: Te amo, vez que me haces feliz, no sé qué haría sin vos… -sonreí-
Yago: Estar en la casa? –Me beso- hago todo por vos –beso- te amo –pico-
Maca: Gracias, gracias, gracias –beso- amor, me parece que ya están entrando, vamos?
Yago: Vamos –me dejo el último beso y comenzamos a hacer cola-
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